La bergamota o naranja agria es un producto natural del que se obtiene un aceite muy valorado para aromatizar tés, perfumes y productos cosméticos. El jabón de bergamota es un producto de uso delicado que puede brindar notables beneficios a nuestra piel, sobre todo en casos de brotes de acné.
¿Qué es?
La bergamota tiene por nombre científico C. aurantium subsp. Bergamia o Citrus bergamia. Es una variedad de naranja agria considerada como un cruce entre el limón y la naranja y que crece en la zona de Bérgamo en el norte de Italia aunque son originarias de Asia del Sur.
Este fruto es muy utilizado como aromático para darle un sabor
distintivo al té Earl Grey. Para la belleza se utiliza el aceite
esencial de bergamota, extraído de las glándulas oleaginosas de la piel
del fruto. Este aceite se utiliza por su aroma refrescante en baños
vigorizantes.
La bergamota es un cítrico muy nutritivo. Tiene un tamaño similar al de una naranja, pero es de color amarillo. El jugo es altamente ácido y amargo, por lo que no se puede consumir lo suficiente para disfrutar sus beneficios. Por esta razón, se consume en suplementos por sus beneficios impresionantes para reducir los niveles de colesterol, para perder peso, combatir la rigidez arterial y controlar el azúcar en la sangre.
¿Para qué sirve?
De la piel de la bergamota se obtiene un aceite muy beneficioso.
Tiene propiedades suavizantes, refrescantes y vigorizantes para la piel,
es el complemento ideal para los baños. Su aroma y sus
propiedades medicinales son perfectos para tratar diversas afecciones de
la piel e incluso, estados nerviosos alterados.
Para pieles grasas y mixtas
Entre los beneficios de la bergamota para la piel, tenemos que se
trata de la mejor opción para las pieles grasas y mixtas, porque aporta
mucha suavidad a la textura natural de la piel.
Es necesario recordar que no se debe aplicar antes de tomar el sol,
porque puede causar antiestéticas manchas en la piel. La bergamota tiene
una acción fotosensibilizadora en nuestra piel. Bajo los rayos solares
no solo puede manchar sino, causar alergias.
Para los hongos
El aceite de bergamota suele emplearse con tratamiento de luz UV para tratar infecciones por hongos o micosis fungoide, un tipo muy raro de cáncer de piel. Puede utilizarlo en jabones para mantener estos molestos huéspedes lejos de tu piel.
También puede aplicarse para prevenir infecciones por piojos y otros parásitos externos.
Para la psoriasis
Se emplea en clínicas especializadas para el tratamiento de la
psoriasis. Puedes utilizarlo en jabón para controlar los síntomas pues
es un antiséptico que combate infecciones y reduce la inflamación.
Para el estrés
El aceite esencial de bergamota es utilizado en la aromaterapia como
energizante y estimulante. Tiene la capacidad de reducir el estrés y
calmar, además, se emplea como tratamiento para la depresión. Tiene una
fragancia muy fresca, dulce y afrutada, al utilizarlo en un baño
relajante puedes recuperar el ánimo perdido.
También puede incrementar el apetito en personas que, por causa de la depresión, lo han perdido.
Beneficios al utilizar jabón de bergamota
La bergamota o naranja agria es un producto natural del que se obtiene un aceite muy valorado para aromatizar tés, perfumes y productos cosméticos. El jabón de bergamota es un producto de uso delicado que puede brindar notables beneficios a nuestra piel, sobre todo en casos de brotes de acné.
¿Qué es?
La bergamota tiene por nombre científico C. aurantium subsp. Bergamia o Citrus bergamia. Es una variedad de naranja agria considerada como un cruce entre el limón y la naranja y que crece en la zona de Bérgamo en el norte de Italia aunque son originarias de Asia del Sur.
Este fruto es muy utilizado como aromático para darle un sabor distintivo al té Earl Grey. Para la belleza se utiliza el aceite esencial de bergamota, extraído de las glándulas oleaginosas de la piel del fruto. Este aceite se utiliza por su aroma refrescante en baños vigorizantes.
La bergamota es un cítrico muy nutritivo. Tiene un tamaño similar al de una naranja, pero es de color amarillo. El jugo es altamente ácido y amargo, por lo que no se puede consumir lo suficiente para disfrutar sus beneficios. Por esta razón, se consume en suplementos por sus beneficios impresionantes para reducir los niveles de colesterol, para perder peso, combatir la rigidez arterial y controlar el azúcar en la sangre.
¿Para qué sirve?
De la piel de la bergamota se obtiene un aceite muy beneficioso. Tiene propiedades suavizantes, refrescantes y vigorizantes para la piel, es el complemento ideal para los baños. Su aroma y sus propiedades medicinales son perfectos para tratar diversas afecciones de la piel e incluso, estados nerviosos alterados.
Para pieles grasas y mixtas
Entre los beneficios de la bergamota para la piel, tenemos que se trata de la mejor opción para las pieles grasas y mixtas, porque aporta mucha suavidad a la textura natural de la piel.
Es necesario recordar que no se debe aplicar antes de tomar el sol, porque puede causar antiestéticas manchas en la piel. La bergamota tiene una acción fotosensibilizadora en nuestra piel. Bajo los rayos solares no solo puede manchar sino, causar alergias.
Para los hongos
El aceite de bergamota suele emplearse con tratamiento de luz UV para tratar infecciones por hongos o micosis fungoide, un tipo muy raro de cáncer de piel. Puede utilizarlo en jabones para mantener estos molestos huéspedes lejos de tu piel.
También puede aplicarse para prevenir infecciones por piojos y otros parásitos externos.
Para la psoriasis
Se emplea en clínicas especializadas para el tratamiento de la psoriasis. Puedes utilizarlo en jabón para controlar los síntomas pues es un antiséptico que combate infecciones y reduce la inflamación.
Para el estrés
El aceite esencial de bergamota es utilizado en la aromaterapia como energizante y estimulante. Tiene la capacidad de reducir el estrés y calmar, además, se emplea como tratamiento para la depresión. Tiene una fragancia muy fresca, dulce y afrutada, al utilizarlo en un baño relajante puedes recuperar el ánimo perdido.
También puede incrementar el apetito en personas que, por causa de la depresión, lo han perdido.